Así como se puede disfrutar de una persecución de cola con varios intentos de fuga, donde al final, ofreces a tu ave la mejor parte de la presa,también se puede presenciar el drama desde un punto diferente.
Visito una colina en las afueras de San Salvador para entrenar al señuelo, los 2 ejemplares juveniles de Buteo magnirostris, que mantenemos aún en su etapa de ejercitamiento. Estos dos niegos se vuelan juntos, y mientras llamaba a uno, descuidé mi vista del otro, que estaba en un arbol mediano. Al volver la vista, pensé que había capturado algo, pues se desplomó de la rama directo al suelo, asi que corro. Entre pasto alto, me costó un poco encontrarlo, sobre todo que este aún no lleva cascabeles. Tirado e inconsciente, lo recogí pero me dí cuenta que en el árbol estaba otra ave que voló cuando me acerqué. Este Buteo brachyurus lo agarró y lo soltó cuando me acerqué, nunca lo ví venir. Junto con su pareja, anidan en el límite suroeste de la Colonia San Patricio, y habían atacado antes a nuestras otras aves, un Asturina nitida prima pasajero de 5 años, y un Parabuteo unicinctus nacido en cautiverio torzuelo pasajero de 6 años.
Por un momento pensé que la había despachado en el ataque, pero empezó a reaccionar.
Ayyo!!Que Suerte!!
viernes, 14 de mayo de 2010
El drama de la vida y la muerte en la Cetrería
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